Re|SaCa

Despierta y siente el frío matinal, no quiere pensar, no quiere salir de la cama. Algo de música puede ayudar a reanimar el alma y curar la resaca del sueño.
Confusión en la mente, toda mi VIDA, siempre ha sido y será así- pensó.
Por fin se levanta, baja las escaleras, dice hola al gato de la silla, prepara café y regresa a la cama. Abre un libro, no puede leer, en estos últimos meses la concentración también se ha ausentado. Sólo puede tomar café, escuchar música, acurrucarse dentro de sus cobijas y pensar, para sufrir, en la persona que nunca ha sido ni será.
En mi vida NADA es, ni será - piensa - ¿Cuántas personas han tocado tus labios en el último mes, cuántas simplemente no son y no lo serán, cuántas quieren ser pero tu no..., cuántas quieres que sean y ella no? Una, una cara triste, sin expresión y bella, de alma expresiva, de calor sensitivo, de intoxicante incomodidad, la que más daño hace; ésa quieres. Ella NO quiere.
Personas van y vienen dejando algo o tratando... ¡La vida!, la peor puta, por ella todos pasan sin quedarse. La muerte, ¡Oh, virgen maldita! con ella todos se quedan y la respetan.
Yo vivo pretendiendo ser cadáver, pero existo y eso es real y todo lo demás es mentira - se dice - y siento más de lo que quiero siempre; soy tan humano que me doy asco.
Suena la alarma, han pasado 10 minutos y va tardé; la taza está vacía, alguna vez tuvo café, que ya se fue. Sale de un salto de la cama, baja, besa al gato del sillón y toma una ducha; se viste, la música existe muy a parte de su vida. ¡Todo listo!, mata a la música, desciende, dice adiós al gato de la ventana y sale de casa para vivir su muerte y reír su vida. Piensa en la música y desea ser una nota, de esas que expresan dolor, gritan y nunca mueren, sólo matan, y todos las desean; así me amaría y estaría en su mente en forma de canción - piensa - pero sólo eres un ser viviente más sin destino en la ciudad y el ser deseado jamás te amará. ¡Despierta!, baja del auto, corre con el frío al aula de clases y piensa en lo mal que está.
Sale de clases, va al parque, corre, corre, un accidente le besa, muere, muere y su último, tú último, mi último suspiro se convierte en la nota de una canción que esa persona amará toda su vida.
¡RING, RING! Hora de despertar, no quiere salir de casa, le da pereza preparar café y el sexo le duele.