Mis pies recorren el camino que alguna vez me llevo a tu cama, sólo que hoy desvían mis pasos y no van a tu cama, se pierden, corren, añoran... nunca más me guiarán a vuestro lecho cálido y eterno dónde me entrego al profundo sueño de la ilusión.
Que desencanto es este que ahora siento, pasible, sincero, indiferente, indescriptible. No hay dolor pero tampoco felicidad. Ya no lloro pero tampoco río. Mis pensamientos se agotan , mueren como el rocío de la mañana ante los rayos del Sol, asesino Sol, ladrón Sol, enfermizo Sol, enemigo Sol, amigo Sol cuando débil es y entibia mis sentidos, derrite la hiel del alma, endulza los ojos cerrados, cegados, quemados, enfermos, secos. Secos ellos y seca la boca.
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