No logro concentrarme y siento ese huequito en el estomago, ese que es tan terrible y suele atemorizarme a la vez de atormentarme.



Me concentré en los pendientes del trabajo, que para mi suerte si bien no eran muchos, ocuparon toda mi mañana, hasta unos minutos antes de la hora de comida, comencé el libro pendiente, fui a comer pero alimentarme no me dio ánimos, ni lleno el huequito, ahora es un hueco y no logro concentrarme; intente leer las noticias del día y nada; me dan nauseas, pereza, asco. Regrese al libro pero la angustia no me deja leer en paz y el móvil que no suena y mis manos que tiemblan tanto.


Tiemblan por que no saben como actuar, que hacer, el cerebro se ha desentendido de todo, no quiere saber de tormentos, enfados y tristezas, uno más y explota, la cabeza no deja de pesarme, es hora de recurrir a las pastas.


Hoy simplemente soy como un bulto andante…