Una maravilla!
De mon pour mon âme
Amo este poema
Lo siento tan mió, tan yo, es mi alma cantando
De mon pour mon âme
Amo este poema
Lo siento tan mió, tan yo, es mi alma cantando
I-VII
Los falsos bellos días todo el día brillaron,
y vibran en los cobres del poniente, alma mía.
Cierra los ojos, alma, y vuelve de inmediato:
es una tentación de las peores. ¡Huye!
Todo el día brillaron como un ígneo granizo,
golpeando las vides de los tesos, tumbando
las mieses de los valles, y devastando el cielo
todo azul, ese cielo cantor que te reclama.
Oh, palidece y vete, lenta y juntas las mano.
¿Comerán nuestros bellos mañanas los ayeres,
y la vieja demencia proseguirá su marcha?
¿Tendremos que matar otra vez los recuerdos?
Es un furioso asalto, ¡el supremo sin duda!
¡Oh, ve a rezar contra el nublado, ve a rezar!
De Sagesse.
Paul Verlaine
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